Prefacio.

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Nunca había pensando en que mí futuro terminaría por un juego, sí, un juego frívolo y cruel. Podía oir el silencio de la noche y podía ver los rostros gélidos de aquellos quienes no eran humanos, con sus cuerpos perfectos y sus ojos intensamente puestos en mí. Al centro las luces se hacían cada vez menos fuertes devido a que el fuego se agotaba, pude ver como una mujer rubia de facciones perfectas con paso leve se acercó a mí, puso sus uñas en mi garganta, podía sentir el frío de su mano y el rojo de sus uñas que se posaban allí. Luego, miró a su alrededor, observé de reojo como uno de ellos hacia una señal de aprovación, pense que moriría, pense que aquel sería mí fin. Pero de pronto ella agarro de mí antebrazo con tal fuerza que no puede evitar quejarme, observé su rostro lleno de ansiedad e ira, y sus largas y afiladas uñas derramaron las gotas de la discordía. Mí sangre fluyo lentamente por el aire, en ese instante yo era el centro de atención de un monton de vampiros sediento.

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