domingo, 13 de diciembre de 2009

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Nunca sabes cuándo será el día más importante de tú vida -y me siento como Izzie Stevens en el último capítulo de la 5º temporada de Grey's Anatomy- y es cierto en todo caso , pero bueno , ahora cortemos la música de fondo y pongamos algo más siniestro: Nunca sabes cuándo será el día más trágico de tú vida. Y yo , soy una experta en tragedias.
Por que cuando vives en "La Gran Ciudad" estas predestinada a una vida de caprichos , arrebatos y lujos , pero cuando pierdes el control y todo se te sale de las manos ¿Qué hacer? ¿Huir , esconderte o dar la cara? Bueno , yo soy de esas personas que prefieren dar la cara , pero mis padres no. Así que ahora conocéis el porqué estoy aquí. Lo que no conocéis es que fue lo que realmente sucedió ese 31 de octubre.
Y es que cuándo te lías con un vampiro , crees que todas las cosas son perfectas , pero no. Y menos cuando no tienes la menor idea de que estas con uno.

{Kate...,}



Sentí los brazos de James alrededor de mi cuerpo , siempre gélido y protector. Susurre despacio.
-James , sácame de aquí.
No quería mirar a nadie , no sabía cual era el escenario a mí alrededor y tampoco quería saberlo. Sólo supe que James me había sacado de aquel lugar y que ahora yacía en sus brazos en medio de una abstracción sin fin de mis recuerdos. Me dijo que subiera a su auto y que me sacaría del instituto tan pronto como le fuera posible. Yo , sin más comentarios , asentí.
Para cuando ya estábamos en la carretera con rumbo desconocido y en medio de una lluvia tormentosa comenzó nuestra conversación.

- ¿Quieres hablar? - Pregunto James con una sutileza precisa.
- No.
- Deberías hacerlo.
- ¿Realmente quieres saber lo qué ocurrió aquel día?
- Si tú no quieres hablar , no te obligaré. Todos tenemos secretos y lo comprendo...
- Ya no es un secreto.

Hubo un silencio interminable. No quería hablar , pero se lo debía , después de todo me había sacado de aquel estúpido instituto y ahora me llevaba a quien sabe donde , pero al menos no estaba en la palestra de un montón de estudiantes con caras de reproche.

- Intentaré ser lo más convincente y sincera que pueda , pero no puedo y no es porque no quiera , sino porque simplemente no recuerdo. Son imágenes borrosas y perdidas , como un retrato en sepia , ¿Entiendes? – James tenía sus ojos fijos en alguna parte totalmente desconocida de la carretera – No es que no quiera decirlo , pero es que de verdad solo puedo decir con algunas palabras vagas de lo que viví. Algo así como:
Terror , miedo , rapidez , borrones , dolor , sangre y... sí , mucha sangre.


Pude ver en los ojos de James cierta ira , una furia que no conocía hasta el momento. De pronto para el coche.


- Creo que es mejor que te alejes de nosotros Kate , de verdad esto , el hecho de estar aquí te hace mal – Sonaba serio y completamente seguro de lo que me decía.
- Pero ¿Por qué dices eso? No te entiendo , creo que ustedes no tienen nada que ver con lo que sucedió ese día , así como también no tienen que ver con que no recuerde nada.
- ¿Y sí tuviéramos que ver más de lo que crees? ¿Y sí en parte todo lo que sucedió esa noche te condujera directamente a que ocurriera otra vez?
- Estas de broma James , eso es imposible , estamos a miles de kilómetros de donde sucedió aquello , además son distintas personas las que están aquí y por cierto , estas tú.


James sonrió ante mi última frase e intento acercarse a mi , pero algo lo retuvo , era como si estuviera sufriendo , como si algo se lo impidiese , algo más fuerte.


- Kate , creo que es mejor que no nos veamos por unos días…
- ¿Qué dices? – Miré atónita ante sus palabras.
- Vamos Kate , esto no nos hace bien a ambos. Además ni siquiera estoy seguro que podamos estar juntos… Solo te pido que no me busques y que por cierto no hagas nada estúpido que pueda molestar a Karol ¿Ya?
- ¿Sabes? ¡Puedes irte al infierno!


Me baje del coche lo suficiente molesta como no escuchar lo que había dicho James , camine sin rumbo fijo y me di cuenta de que James no saldría de su auto , de que todo se había acabado , de que de un momento a otro todo se volvía al caos.
La niebla era cada vez más intensa , el cielo estaba completamente encapotado y me sentía tan desconcertada que caminaba y caminaba , sin importarme si me estaba metiendo en la misma jungla de la Sabana o estaba en medio del bosque de Silent Hill.
No sé cuando me centre en donde estaba y me di cuenta de que estaba perdida. Sí , perdida alrededor de muchos , muchos árboles , un silencio sepulcral y el frío de la noche.
Mientras caminaba pise mal y mi tobillo patino sobre lo poco y nada de hielo que había en un resbaladizo pedazo de agua congelada cuando caí en seco al suelo. Mis muñecas trataron de amortiguar la caída , pero fue inevitable que terminara con la mano llena de magulladuras y uno que otro rasguño. No fue hasta cuando sentí un leve olor a sal y óxido que me di cuenta de que estaba sangrando. Vi la palma de mi mano y vi un pequeño trozo de madera medio incrustado que yacía ahí , lo saque y una gotitas de sangre saltaron mientras hacia eso. Entonces sentí alguien al frente de mo , que no sé cuando tiempo había estado observándome , pero que lo hacía fijamente y concentradamente , hasta que hablo.

- ¿Tú debes ser la pequeña Kate o me equivoco? – Algo me decía que debía decirle que yo era cualquier otra persona , pero sentía que era imposible mentirle aquella voz tan dulce y frívola – Creo que no nos hemos presentado y sería bastante descortés pasar por tú lado sin entablar una rica conversación – Mala idea , sabía quien era yo.
- Sí , soy Kate ¿Algún problema con eso?
- No por supuesto que no. Yo soy William un… viejo conocido de tú amiguito James.


No sonaba para nada amenazador cuando lo decía , es que ¡Hey! Resultaba imposible ver algo amenazador en alguien tan guapo. Por su estatura pude concluir que tenía unos 18 años , pelo negro , con un corte de pelo disparejo que lo hacía ver bastante bien , piel blanca como la nieve y unos ojos como caoba oscuro. Vestía totalmente a la moda , con unos jeans desgastados y un jersey negro con cuello alto. En su muñeca tenía un brazalete con una piedra con forma ovalada , de un color granate oscuro que parecía que cambiaba de color.


- ¿Estas perdida? – Y en menos de tres segundos lo tenía a dos centímetros de mi rostro , estirando su mano para ayudarme a levantarme. Me quede perpleja.
- No , bueno , la verdad es voy camino a mi casa – Me ayudo a levantarme muy gentilmente. Mi voz sonaba entre asustada.
- Te puedo llevar si quieres , no tengo ningún problema en hacerlo. Quizás el único inconveniente que podríamos tener sería que hueles demasiado bien y bueno , aquí o a tres kilómetros tu olor me resulta bastante meloso. Y eso no es bueno… realmente no es bueno. ¿James podría molestarse conmigo si pruebo un poco de ti? Para ser sincero creo que ese es el fin.


De pronto fui testigo de algo totalmente imposible. Esta bien , no creo en esto de lo paranormal , ni que está cuidad fuera Vampireville , ni nada por el estilo , pero en serio… mis ojos se desorbitaron al momento en que vi como aquel chico guapo le bajaban unos colmillos perfectos y afilados. Di un salto instintivamente hacia atrás y casi tropiezo otra vez. Sabía que debía correr , pero no era la mejor opción , de hecho creía que en cualquier momento iba a despertar en mi cuarto junto algún libro de ciencia ficción que estuviese leyendo , pero no ocurría nada. Además esa estúpida niebla que me rodeaba no ayudaba en nada , al contrario solo hacia que estuviera más confusa.
Ese chico era un vampiro. Sí , un
VAMPIRO de verdad , tenía un vampiro de carne y huesos justo al frente mío , bueno , no exclusivamente vivo si era un vampiro , pero la cosa es que lo era.


- ¿Me harías un favor? – Dijo la voz mientras se acercaba más a mi – Dile a James de mi parte , que tenemos seriamente que hablar con la hermandad , ya que después que te pruebe no querré compartir con nadie algo tan dulce como tú… y claro , menos con él. Tranquila , no estés asustada. No te haré daño , simplemente serás mía… bastante idiota James para no marcarte.
- ¿Quién eres? – Dije para ganar tiempo.
- Pero si eso ya te lo he dicho. No me hagas perder el tiempo–.


Tomo de la palma de mi mano donde había tenido el pedazo de madera antes y en donde tenía una pequeña marca de sangre ya compacta que impedía el paso de nueva sangre. Paso su frío , muy frío dedo através de la herida y suavemente , pero muy dolorosamente abrió de ella otra vez…Intente correr mi mano , pero me fue imposible.


- ¡Maldición Kate , no me pongas esto tan difícil!
- ¿Por qué haces esto?
- Digamos que James me debe algo. Justo apareciste tú en el momento y lugar equivocado. Y solamente tú podrías igualar… ciertas cuentas pendientes que tengo con él.
- ¿Pero tú eres de la hermandad?
- Claro.
- Entonces no entiendo… - Iba a seguir la frase cuando vi que William acercaba su nariz hacia mi sangre que salía de la herida.
- Dulce. Dulce. Dulce – Dijo mientras inspiraba , me corrió hacia él y tomo mi antebrazo con las dos manos. Su rostro se torno serio , era como si estuviera escuchando algo y no sé en qué momento sentí un fuerte dolor , algo que me quemaba en la muñeca , muy , muy fuerte hasta que paro y caí al suelo otra vez , como si alguien me hubiese empujado muy fuerte , cosa que era cierta. William me había alejado de el en un empujón y él dio un gran salto , como si yo repeliera.


- ¡Maldita seas Kate , podrías haberme avisado que te habían mordido! Pero espera. James no te ha mordido , sino lo sentiría. Este es otro sabor. No sabía que ya estabas marcada. Por lo visto eres una caja de sorpresas.
- ¿De que hablas? No lo entiendo.
- Bueno no hay mucho que puedas entender. Al menos creo que este será un juego muy interesante. De todas formas dile a James que encontrare al otro vampiro que te marcó y bueno , podré supongo llegar a un trato. ¡Ah! Dile que no se entrometa en mis asuntos , ya lo hizo una vez y esa cuenta aun no esta saldada. ¡Maldita seas me has dejado un sabor asqueroso!


Y desapareció. Desapareció junto con la niebla y el frío , aunque claro , sentir diez grados bajo cero es bien distinto que sentir cinco ¿No? La cosa es que hacía frío , estaba sola y asustada y no entendía nada. Me quería sentar y olvidar a James , William , el pueblo y todo… todo lo demás. Caí en mis pensamientos , ensimismada en las palabras de William y cayendo en la cuenta de lo que me había dicho: James era uno de ellos… James era… era… No pude ni siquiera decirlo , me resultaba vergonzoso e imposible. Solo quería tener la fuerza suficiente para levantarme y caminar devuelta a mi casa. Pero no sabía si sería capaz… no sabía nada.


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